¡Una Boda Inolvidable!

En un emocionante evento, los finalistas de Gran Hermano, Marcos, Julieta y Nacho, protagonizaron una singular “boda” dentro de la casa, rodeados de una multitud de exjugadores. Tomás Holder, el conductor de la ceremonia, abrió el evento leyendo un conmovedor mensaje que simbolizaba la unión de los tres concursantes en un camino compartido. El ambiente se llenó de risas cuando el “ministro” leyó fragmentos humorísticos, como el desafío de Marcos y Nacho de soportar las comidas ultracondimentadas de Julieta, o el consejo de que hay más en la vida que el jiu-jitsu.

El Primo, uno de los exconcursantes, aprovechó la ocasión para expresar su gratitud por la experiencia compartida en la casa y destacó cómo cada uno había aprendido de los demás, forjando relaciones y entendimiento mutuo. Julieta, visiblemente emocionada, compartió sus sentimientos sobre el reencuentro, considerándolo un momento especial que fortalecía los lazos entre todos. Nacho, por su parte, agradeció la presencia de todos y expresó su anhelo por futuros encuentros, resaltando la importancia de mantener esa conexión que habían formado.

La boda tuvo su dosis de humor cuando Agustín interrumpió con una broma sobre la juventud de Marcos para casarse. Sin embargo, la ceremonia continuó con normalidad, culminando en un momento esperado: los besos. Tomás Holder organizó el orden, primero entre Marcos y Julieta, luego Julieta y Nacho, y finalmente entre los dos hombres. Entre risas y aplausos, la pareja se mostró cariñosa en un primer momento, pero luego se atrevió a un pico que generó aún más alegría entre los presentes.

Incluso se pidió un “beso de a 3”, y aunque no fue exactamente lo que se esperaba, Marcos y Nacho sorprendieron a todos con un beso en las mejillas de la novia. La ocasión dejó en claro la fuerte unión que habían construido a lo largo de su experiencia en el programa, una unión que trascendía la competencia y que les brindaba un recuerdo inolvidable.