Los residentes

Los residentes no pueden conocerse. Tomarán contacto entre sí en el momento de ingresar a la casa.

Desde que son seleccionados no pueden establecer contacto con la prensa. Si lo hacen serán eliminados de inmediato.

Para ser elegido cada uno de los residentes debe pasar por rigurosos tests psicológicos y médicos. Como reserva de la integridad grupal e individual no puede ingresar ninguna persona cuya condición física pueda verse afectada por el prolongado encierro. Algunos de los requisitos exigidos son estabilidad emocional, capacidad de adaptación a lo nuevo e inesperado, altos índices de sociabilidad y facilidad de convivencia.

Un equipo de médicos y psicólogos está disponible para consulta y apoyo permanente.

Aislados

Los participantes vivirán en una casa con un jardín “amurallado” sin acceso a relojes, teléfonos, fax, televisión, radio, o cualquier otro medio de comunicación. Así su único foco de interés será la convivencia con el grupo.

No existe contacto directo entre la producción del programa y los residentes. Todo diálogo se establecerá por medio de micrófonos. La producción definirá los obstáculos que debe vencer el grupo y bastará que uno de los miembros no cumpla con los objetivos planeados para que todos resulten afectados.