La Tora le hace fuertes reclamos a su mamá

La Tora tomó la iniciativa de reunirse a solas con su madre, Gladys, en una de las estancias de la Casa de Gran Hermano, buscando establecer límites y señalando cómo su conducta podría tener repercusiones en el desarrollo del reality.

La jugadora expresó su malestar ante la incursión de su madre en la piscina, donde realizó comentarios críticos hacia los demás por no aplicarse protector solar. Este incidente llevó a Lucila a convocar una conversación privada que comenzó de manera enérgica.

“Vení que te quiero decir algo para que lo entiendas. Prestame atención, escuchame algo un minuto. Cuando dudas si alguien habla de algo, no digas si intuís o no: te callás la boca y mirás para otro lado”, instruyó La Tora a Gladys.

“No respondas porque me perjudicás a mí. En serio te estoy hablando”, continuó Lucila enfrentándose a su madre, quien previamente había llorado por el trato que recibió de su hija.

“Escuchá a la gente. El placer de escuchar. No acotes, no acotes más”, solicitó La Tora a Gladys.

En la cocina, Lucila llevó su firmeza al extremo al decirle a su madre “calle A, calle B, calle C” cuando esta quiso compartir su punto de vista sobre el entrenamiento en la Casa de Gran Hermano. “Vos no entrenás, así que no opines”, arremetió.

En este punto, Gladys se enojó y le respondió a su hija sosteniendo que tenía derecho a dar su opinión sobre ella. La Tora continuó firme en su posición, llevando a su madre a asegurar que “ya no hablaría más”.