Dicen que el amor y el odio son dos caras de la misma moneda. Y Eduardo parece estar confirmándolo día a día. Esta vez, el deportista se puso celoso porque Romina estuvo varias horas cortándole el pelo a Pablo. “Me estás cachando, no puede ser real”, lo cuestionó ella. “¿Por qué no te diste cuenta antes que en esta casa hay alguien que te gusta más que yo?”, insistió el hincha de River. “No disfruto tus celos, me parecés un pendejo”, respondió ella enojada. Sin saber qué decir, él argumentó: “Te amo tanto que me lastima”.