¿Cuáles son los pecados capitales que más sobresalen en tu personalidad?, era la pregunta del tópico que coordinó Mauricio. De todos, la que se mostró más propensa (o sincera) a confesar alguno de los pecados fue Romina. “Tuve envidia cuando mi hermana recién se recibió y empezó a trabajar bien y yo no podía. Mis viejos se juntaban con amigos y hablaban de ella y no de mi”, confesó la publicista. “Además, no sé si tiene que ver con la gula, pero soy ambiciosa. Siempre quiero más”, admitió Romi, de cara a la final del juego.