Las chicas embarraron la cancha

Primero tomaron unas clases prácticas de trabado de puertas con Mauri. Después, fueron al jardín y juntaron una buena cantidad de tierra. Le pusieron agua y la convirtieron en lodo. Entonces fueron a la habitación de los chicos y los encerraron. Desde afuera, Romi, Nati y Vivi les cantaron “es imposible salir”, el hit de la Casa. La sorpresa vino cuando les abrieron la puerta. Eduardo salió un minuto y cuando quiso volver se encontró con una taza llena de barro que caía sobre su cabeza. No hubo venganza porque ellas se encerraron en su cuarto. Desde afuera, el deportista les gritó muy enojado: “Son unas pobres minas, dan lástima”.