En el tópico sobre las noches calientes todos dijeron lo suyo, pero el plato fuerte llegó con el relato de Viviana. “Una vez, salimos con mis amigas a las 8:00 de la noche por Santa Fe. Vino un auto descapotable con tres bombonazos. Charlamos y subimos. Estuvimos un rato tomando mate, comiendo unas facturitas. Con la plata nos fuimos a cenar y bailar”, contó la morocha disfrutando del recuerdo. “Después, a la salida del boliche nos subimos a una camioneta con cinco chicos. También tomamos mate. Después, nos llamaron otros y lo mismo. Nos llovían las propuestas calientes esa noche”, confesó Vivi.