Después de pasar la noche juntos en la habitación de los Reyes, Eduardo y Romina se levantaron para juntarse con sus compañeros. Ella, que estaba más despierta, se puso a hacer la vertical. “Tené cuidado”, le dijo el deportista, lo que encendió la ira de su chica. “No me dejás hacer nada de lo que quiero, todo es un problema”, se quejó la publicista. Lo cierto es que la noche anterior, el que se había molestado era Eduardo, cuando ella le contó a Diego que se habían besado. El hincha de River, que mantiene oculto el romance frente a varios participantes, le reclamó: “Pero entonces yo soy un p…, ni a Mati le conté”.