¿Dónde está mi compañerita?

Los efectos de las nominaciones fueron dispares. Así como Natalia se tomó la noticia con naturalidad, Diego se sintió algo molesto. En el Confesionario, dejó todo librado al más allá: “Dios quiso que entre y Dios sabrá cuando tengo que salir”, le dijo a Gran Hermano. Pero después, en una charla con Vivi, sacó a relucir su enojo. “Aflojen un poco, apunten los dardos para otro lado”, pidió, aunque entendió las razones de su nominación: “Romi está con Edu, Pablo con Nati, después vos Mati, Mauri y Carlita. Y yo estoy un poco en el medio. Es como ir al colegio y estar sentado solo en el banco”, analizó.