El deportista es un hombre cambiante, qué duda cabe. Y así como pasó de la furia al arrepentimiento, de la agresión al perdón, ahora también pasó del agradecimiento al enojo. Al hincha de River no le alcanzó con que Gran Hermano solo lo sancionara con la nominación -cuando varios de sus compañeros pensaron que sería echado-, y más tarde en una conversación con Pablo, se quejó de la situación por la que debe pasar: “No lo entiendo, es injusto”, repitió una y otra vez. ¿Se habrá olvidado, el hincha de River, de su rapto de furia?