Se quebró Roberto

Mientras sus compañeros practicaban la prueba de la playa, el Negro, solo, se largó a llorar. Gustavo lo vio y se le acercó al instante. “¿Que pasa Negro?”, le preguntó después de hacerle unos mimos en la espalda. El maderero estaba encerrado en su llanto, sin querer hablar, hasta que al final se animó. “Todo lo que hago yo se ve mal”, se quejó en referencia a un comentario del Paisa, que le confesó no entender algunas de sus actitudes. “Yo no comparto cómo reaccionas ante ciertas cosas, es sólo eso”, trató de minimizar el Paisa. “Una cosa es no compartir una idea y otra es desconfiar”, lamentó el Negro lleno de malestar.