Después de una semana de distanciamiento, Pablo y Carolina aprovecharon la tarde del sábado para reencontrarse. Quizá ella presentía que pronto iba a dejar la Casa, y por eso invitó al galán a sentarse cerca suyo en la cama. “¿Por qué me hiciste mal toda esta semana?”, lanzó ella. “¿Qué parte del estás nominada no entendés?”, exclamó después. Él recibió el golpe, porque adelantó la despedida con algunos regalos: la boquilla de su primer saxo, un arito y la medalla de Santa Rita que su abuelo le dió antes de morir. Todo para que ella tenga recuerdos suyos, y una vez afuera de la Casa, sigan en contacto.