Charlaron toda la madrugada. Las horas corrían sin que ellos lo advirtieran. Ambos confesaron sus más íntimos sentimientos. Recién se dieron el beso de buenas noches (o buenos días en este caso) cerca del mediodía. No eran Pablo y Alejandra. Tampoco Gonzalo y Yazmín. La charla fue entre Carolina y Pablo. “Parecemos dos enamorados”, dijo él al advertir que ya era de día. “Hoy sos re importante en mi vida”, le dijo ella. “Por momentos me digo ¿qué hago con Alejandra?”, agregó él. “Me estás haciendo sentir muy importante”, retrucó ella. Caro le dijo que le iba a presentar a su familia. Pablo aceptó, aunque se negó a conocer a Willy, el novio de ella.