El paisa nunca le creyó a Pablo su confesión. Desde el principio, cuestionó la nueva personalidad del novio de Ale. “Ustedes le van a creer a él, porque lo quieren. Pero ahora todos lo vamos a observar más, para ver qué hace y qué no hace”, le comentó Javier a Silvina. “Yo le dije que deje de pensar en los demás, que haga la suya y se divierta”, contestó la rosarina. “Si las cosas son como él dice, debe estar con un rollo en el mate…”, concluyó el hombre de campo. En la Casa, algunos ya temen por la estabilidad emocional del bailarín.