Pablo les contó a Gustavo y a Ximena su malestar. Luego de hablar con Alejandra, lloró solo acostado en el borde de la pileta hasta que les dijo: “Estoy mal por cosas mías, además de que me peleé con Alejandra… Yo no le dije a nadie cómo soy, ustedes sacan sus propias conclusiones basándose en mis actitudes, me doy cuenta por eso de que ella no me conoce… Cuando no me entiende alguien que amo tanto me pone mal y se lo tengo que decir. Yo estoy bien porque yo hablé, pero a ella le hizo mal, ella no tiene la culpa, la tengo yo, por ser cerrado…”. Poco después, Pablo fue a ducharse y se quedó sentado allí pensando hasta que le cortaron el agua caliente.