Pablo y Silvina tuvieron una charla íntima durante la noche. Empezaron hablando sobre la distancia que los separa. “Siento que tenés vergüenza de acercarte”, le dijo él. “Veo que con otras chicas sí tenés buena relación, y me da bronca”, contestó celosa ella. Después, la rosarina empezó a dar vueltas sin poder encontrar las palabras justas para explicar lo que sentía. “Es re duro decirlo, es re importante para mí”. Finalmente tomó coraje y le dijo al oído que estaba enamorada de él. Luego, salió corriendo rumbo a la habitación. El no pudo hacer más que sonreír.