El día después de una dura salida

Después de su expulsión, Ximena habló con Solita. Reconoció que esta nominación era muy difícil, y que la votaron cuatro veces por las afinidades dentro de la Casa, y que además ella es “polvorita”. “La Casa me hizo ver otro punto de vista”, reconoció. Sobre la relación con Gustavo, la Negra no se animó a dar un pronóstico. “No sé cómo va a continuar”, admitió. Después, dijo que en el futuro le gustaría trabajar en “algo artístico”. “Yo estudié teatro… y me encantan las plumas”. Cuando se comunicó por última vez con la Casa, le dijo al fierrero: “Te quiero y te voy a estar esperando”.

Además, la Casa ya empezó a sentir la ausencia de la Negra. Quienes hasta ahora parecen sufrir más que nadie la partida de Ximena son Palmito y Malena. Cuando la Negra salió de la Casa de Gran Hermano tras haber obtenido el 67% de los votos, los cachorros la acompañaron hasta la puerta como es su costumbre. Pero en lo que cambiaron su hábito fue en lo que hicieron después. Palmito y Malena se quedaron esperando la vuelta de su amante por bastante tiempo, inclusive luego de entrar varias veces a causa de la llamada de Gustavo. Los perritos de la Casa fueron los únicos que lograron conmover a Ximena en el estudio: la Negra lloró desconsoladamente cuando vio las imágenes de ella con “sus” cachorros”.