La angustia y la desesperación invadieron a Gustavo durante la última tarde que compartió con Ximena Capristo. Antes del anuncio de Solita, el fierrero encontró un momento para la reflexión. “Un poquito más por favor, un poquito de fuerza. Que se quede la Negrita”, dijo en soledad.
Por la noche los chicos conocerían la noticia: la votación telefónica decidió que Ximena fuera la participante expulsada de la Casa. Con el 67% de los votos, la Negra fue la elegida por la gente. Xime estaba nominada por cuarta vez y fue la séptima persona eliminada de la experiencia de Gran Hermano.
Antes de salir, volvió a pasar por el confesionario. Su razón para quedarse fue: “Quisiera saber ya si me voy o me quedo, nunca había estado tan ansiosa, además tengo una sensación inexplicable: mezcla de alegría, porque me pondría muy bien ver a mi familia y a mis amigos y a la vez tristeza porque falta tan poco que no me quisiera ir… me estaría despertando de este sueño antes de que termine y no quiero”, explicó sin mencionar a Gustavo entre sus razones para seguir en Gran Hermano.
Así, con 25 por ciento él y 8 por ciento ella, el Paisa y la cordobesa se acercaron a la final. Ahora, sólo tienen que superar una nominación para estar entre los cuatro finalistas. El hombre de campo sorteó de esta forma su segunda nominación, ya que antes había derrotado a Silvina. Además, el Paisa había sido elegido cuando los participantes tuvieron que optar entre él y Maximiliano. Ale también tiene una historia exitosa en cuanto a nominaciones: le había ganado a Yazmín.