Ganaron la prueba del muro

Sólo falta una nominación dentro de la Casa. Será, tal vez, la más difícil. El Paisa ya está preocupado por el tema. Confiado en sus posibilidades para mañana, ya está pensando a quién le va a dar su próximo voto. “Hay cosas que no me cierran, pero me da miedo equivocarme”, le comentó a Gustavo por la mañana. “Yo me equivoqué cien veces acá. No podés estar todo el día analizando tu voto”, le recomendó el fierrero. “Tengo miedo de salir y ver que me equivoqué”, agregó el Paisa con tono preocupado.

A pesar de estar siempre acompañada por el resto de los participantes, Alejandra se siente algo sola. Tanto extraña a su familia que al mediodía decidió conversar con ella, a pesar de no tenerla cerca. “Necesito que me quieras, necesito ser importante para vos. Si alguna vez te reproché cosas, es porque te quiero”, dijo en voz alta, como hablándole a su papá. “Mami, te amo. No sabés cuánto te extraño, vos me diste todo. Voy a llegar hasta lo último, y ojalá pueda cumplir mi sueño de llegar a la final”, agregó. Para despejar dudas, pidió en la “conversación” que no crean que está loca

Por la tarde y después de mucho esfuerzo y de un trabajo que ocupó toda la semana, los participantes completaron los 600 metros de escalada que exigía la prueba. El último en cumplir con su trabajo fue Gustavo. Después, Gran Hermano comunicó oficialmente que la semana que viene contarán con un presupuesto incrementado en un 70 por ciento para sus compras. Todos festejaron, ya que consideran muy importante pasar una de las últimas semanas dentro de la Casa con algún lujo gastronómico. Roberto le recordó a sus compañeros que ahora son ocho las pruebas superadas, contra seis perdidas