Gonzalo abandona Gran Hermano

“Estuve pensando y tengo ganas de abandonar la Casa. No me puedo soltar y no lo estoy disfrutando”, fue la primera razón que dejó escapar Gonzalo Novellino en el Confesionario. “Quizás no me lo merezco. Y además, para mí ya gané acá. Quizás no llegué a la final, que era mi sueño, pero al menos me gané cosas buenas de los chicos. No les quise decir a ellos porque no los quiero bajonear. Para mi es una decisión grosa y yo sé lo que a mí me costó y lo que quería para mí.”

Así planteadas las cosas, el día transcurrió en un ambiente extraño: Gustavo no dejó de sospechar, y persiguió al cantante de la Casa para saber qué le pasaba. Yazmín se sintió abandonada por Gonzalo, y hasta del malentendido surgió una discusión. Al llegar la noche, Goni les comunicó a sus compañeros la decisión.

“Espero que me entiendan, pero voy a abandonar la Casa”. La cara de todos era de completa sorpresa. “Perdónenme. No quiero que se pongan mal mi nada”. El primer abrazo fue de Roberto: “No te vayas, no me dejes solo”. “Para mi ya gané, espero que se diviertan. No puedo seguir. Ya tomé la decisión. Ya encontré mi lugar, para mí ya terminó el juego. Prefiero darle la oportunidad a alguien que tenga más fuerza que yo y se lo pueda aguantar. Quiero que me perdonen si están enojados conmigo”, siguió Gonzalo, con todos los ojos de la Casa mirándolo.

“¿Por qué te callaste? ¿Por qué no me contaste?”, las preguntas de Gustavo sonaron quizá a reproche, de quien cree ser el confesor de los chicos de la Casa. “Afuera nos vamos a ver. Yo voy a estar bien. Quiero estar bien afuera. Ustedes no tienen nada que ver, es mi problema. De repente tengo bajones, y esto es para disfrutarlo”. “Proba 10 días más”, fue la idea que tiró Silvina, pero Gonzalo ya había pensado bien las cosas: “Ya hablé tres veces. No son ustedes, es problema mío. Mi meta ya al cumplí. Para mí ya gané. Yo no hago esto para que ustedes se pongan mal”.

Sin dudas, la más afectada fue Yazmín: “¿Por que no me dijiste nada?”, le preguntó cuando pudo hablar. “Quiero que sigas bien, y que me prometas que afuera nos vamos a ver. Quiero que me entiendas que me siento mal. Pablo te va a cuidar. Jurame que te vas a quedar y que no vas a hacer ninguna boludez. No es la muerte de nadie”.

Al final, la despedida terminó con un agradecimiento: “Gracias por todo lo que me dieron”, fueron las últimas palabras de Gonzalo dentro de la Casa. Palmito y Malena lo acompañaron hasta la puerta, y otra etapa se cerró en la Casa de Gran Hermano.