La madrugada del martes acercó más a Gustavo y a Ximena. En la sala de relax, aprovechando el tópico “lo que más me gusta de vos” dieron un paso más. “Por favor, apaguen las cámaras 10 minutos y después seguimos”, exclamó Xime cuando tuvo que decir lo que siente por Gus. “A mi no me perjudica que hablen”, trató de desentenderse el fierrero. “Te estoy apurando, ¿no te das cuenta?”, bromeó la Negra. “¿Sabés qué? Hablás a medias, te entiendo la mitad de los gestos”, respondió Gustavo confundido. “Entonces dormís”, volvió a atacar la Negra. “¿No te gusta nada más de mi?”, quiso saber el fierrero. “Todo, en realidad”, respondió elocuente pero un poco en broma la amante de los perros.
Por la mañana, se plantearía un dilema para la Negra. Es que Ximena tiene una gran relación con Alejandra, y también es muy amiga de Gustavo. Sin embargo, entre Gus y Ale hay interferencias. La mayor prueba de eso, es que Gustavo decidió nominarla el último sábado. Ale lo sabe, y no se guarda nada. Por lo menos, cuando él no está presente. “Me embola que Gustavo piensa todo el tiempo en cómo lo están viendo de afuera. Está todo el tiempo actuando para las cámaras”, le dijo Ale a la Negra. Xime escuchó, pero prefirió no opinar sobre su amigo.
Más tarde, Alejandra le planteó a Ximena que tiene que tomar más distancia con Gustavo. La Negra reaccionó, y culpó de los rumores a Magaly. Pero el conflicto sigue. Pablo y Gonzalo le plantearon un mapa similar a Gustavo, pero el fierrero no quiso reconocer nada. “Yo fui de frente todo el tiempo, no me hice el banana sabiendo que Magaly estaba detrás mío”, explicó. “No es pecado tener una buena relación con Ximena”. Pablo dijo entender las palabras de Gus, pero insistió: “De afuera se puede ver otra cosa”. Para muchos, detrás del acercamiento entre Gustavo y Ximena se delinea una estrategia.