Las nominaciones, como siempre, sembraron de conflictos la casa. En la madrugada del lunes, Yazmín se sintió muy afectada, y en el Confesionario no pudo contener las lágrimas, porque le preocupa que Ximena esté ganando más lugar en la Casa. Pero después de cada tormenta siempre llega la calma. Y Gonzalo fue el encargado de llevarle un poco de calma a Yazmín. Una vez más, pareció resurgir una de las parejas que primero se insinuaron en el grupo. Pero las cosas no están exactamente igual que antes: hubo avances, y no quisieron ocultarse a la hora de los besos. “¿Tenés miedo?”, le preguntó ella. “No, miedo no. Es que no puedo planear qué es lo que voy a sentir”, respondió Gonzalo. Después de algunos arrumacos en el parque, él se despidió para irse a dormir solo.