Perdieron la prueba

Hasta ahora, Silvina se caracterizó por tener perfil bajo en la Casa. En el confesionario se la pudo ver llorando, ya que ella está convencida de que va a estar en la primer terna de nominación. “Silvi es una divina, fue al confesionario y pidió asistencia porque me dolía el oído”, le dijo Carolina a Yaz. Yazmín tiene una visión totalmente diferente: “Tuve un pleito con Silvi, porque me contestó muy mal. Le pregunté que le pasaba y se soltó mal. Me dolió que me haya tratado así”. Parece que Silvina cosecha tantos amores como odios. Según la cantidad de amigos o enemigos que tenga, estará o no nominada el sábado.

La tarde les preparaba la peor de las noticias del día a los chicos, demostrando que no todo lo que empieza bien termina de la misma manera. Un descuido los dejó con el 40 por ciento menos del presupuesto, cuando tardaron tres minutos en descubrir que había pasado el tiempo sin que dieran vuelta el reloj. Gran Hermano les tuvo que pedir tres veces que se reúnan para darles la mala nueva, ya que Maxi y Pablo no tenían ganas de levantarse. Después de unos minutos, los chicos se impacientaron, y Roberto fue hasta el baño a buscarlos, un poco molesto. “No puede ser”, dijo alguien por ahí, también quejándose de la rebeldía de sus compañeros. A nadie le gustó perder, y menos que algunos no se hicieran cargo.

El dolor no le impidió a Caro intercambiar opiniones sobre los chicos con su compañera Yazmín. “El Negro (Roberto) es lindo, pero no es mi estilo”, dijo Yazmín. Las chicas volvieron a elogiar la belleza de Pablo, aunque coincidieron en que no sería bueno tenerlo como pareja. “Gustavo no me parece feo”, dijo Yaz, como para agrandar la lista de candidatos. “Yo si veo a Gonzalo comprando ropa pago con tarjeta para dejarle el teléfono”, soltó Caro, como para no ser menos. En resumen, casi todos los chicos están en carrera con estas participantes.

Gran Hermano les tuvo reservada una sorpresa para terminar bien el día. Les regaló calzoncillos bóxer a ellos y corpiños y otras ropas íntimas a ellas. Todos agradecieron el regalo y se olvidaron de que tendrán que cuidarse la semana próxima con la comida.