Después de conocerse los nombres de las nominadas, cada una de ellas tuvo cinco minutos para hacer campaña en el confesionario. “Quiero quedarme porque siento que me faltan cosas, que vine para algo que todavía no pude realizar; no siento que sea mi momento ”, esgrimió como principal razón para quedarse Carolina. En su discurso frente a Gran Hermano, Caro se refirió también a los afectos. “Siento que quiero a gente de acá y creo que me quieren a pesar de mis defectos”, analizó, pera luego terminar con una frase contundente: “Siento que me faltan desafíos y quiero seguir aprendiendo”, concluyó.
En sus cinco minutos con el público, Ximena no logró dar una razón de peso para quedarse en la casa. “Es un momento difícil para mi, y me quiero quedar. No tengo razones puntuales definidas”, dijo. La Negra aseguró que no va a cambiar en nada, y que va a seguir cuidando a los perros como siempre. Para la Negra, demostrar que no cambia dentro de la casa es fundamental. Según dijo, si se queda es porque el público vio eso.
A la hora de explicar cuáles son las razones por las que quiere quedarse, Magaly reconoció sus errores. “Sabía que iba a estar nominada, porque soy una bocona”, reconoció ella al conocer que estaba nominada debido a una sanción. “No quiero que se confundan, yo soy así”, siguió explicando, para después mostrar algo de su fortaleza: “No actué con maldad. Y me quiero quedar, porque me siento capaz de llegar a ser finalista”, arriesgó.
El domingo, la calma volvió a la casa. Pero no por mucho tiempo, porque el bajo presupuesto ya está causando problemas entre los chicos. Carolina, Silvina y Alejandra comieron unos fideos solas mientras los chicos estaban en el sauna, y varios se enojaron con ellas, por cenar a escondidas. Después ellas aclararon que no estaban escondidas y el conflicto pareció solucionado, pero lo que quedó claro es que la convivencia será más que difícil con un presupuesto de sólo 42 pesos para diez personas.