Cerca del mediodía, Maxi tuvo una profunda charla con Gustavo, el fierrero que siempre estuvo lejos de él y cerca de Roberto. Gus planteó que si iban a seguir los dos en la casa iban a tener que llevarse bien. El jugador de squash le explicó que él no trataba de provocarlo todo el tiempo con las bromas. Finalmente, Gustavo lo comprendió, y la relación entre los dos enemigos tomó un nuevo rumbo en la casa.