Como todos los lunes, la Casa de Gran Hermano recibió la nueva prueba. En este caso, los chicos deberán hacer dos coreografías de danza clásica, con vestimenta y zapatillas apropiadas. Para eso deberán mezclarse hombres y mujeres, en dos grupos: uno de 6 y otro de 5 personas. Hasta el viernes, tendrán que ensayar los saltos y los pasos en puntas de pié, con un video cassette que Gran Hermano les entregó. Después de la discusión respectiva, la decisión general fue poner en juego el 30% de su presupuesto semanal. Gustavo era el menos entusiasmado con el desafío. “Esto es re-maraca. ¿Cómo hago para volver a la esquina, con los pibes, después de haber bailado esto?”, se preguntó. “Yo no bailo el minué ese ni en pedo”, fue la reflexión de Magaly, la menos convencida del lado de las chicas.
Cuando el sol estaba cayendo, Ximena y Alejandra se dedicaron al cuidado de su cuerpo. Como otras tantas veces, Pablo aprovechó la oportunidad para ver las curvas de las jóvenes participantes de cerca. Fue varias veces al baño con diferentes excusas. Las chicas tuvieron que utilizar sus manos para bloquear la mirada del visitante. “Pablo quiere estar en todas”, fue la acertada reflexión de la cordobesa.