Adiós a Margarita y Ramírez

Los chicos dormían la siesta cuando Gran Hermano reunió a todos en el living. Allí les informó oficialmente que Margarita y Ramírez iban a abandonar la Casa en los próximos cinco minutos, igual que los participantes. Todos fueron al establo a saludar a los vacunos. “Chau mamita”, decía Roberto mientras que Gustavo no dejaba de repetirle al ternero: “Yo te crié de chiquito y ahora te vas”. Las especulaciones no tardaron en llegar: que seguramente Pablo o Ximena irían a buscarlos para llevárselos. Lo que no supieron los chicos, es que mientras ellos estaban encerrados en una de las habitaciones, fue Luis, junto al veterinario, quien retiró a Margarita y a Ramírez de la Casa que los hizo famosos.

Javier y Roberto son los dos nominados, pero llegaron a esta instancia recorriendo caminos muy distintos. El maderero nunca había sido nominado, y el Paisa había salido airoso en tres oportunidades. Sobre este tema hablaron por la mañana Javier y Gustavo. “¿Te sentís más seguro después de tres nominaciones?”, preguntó Gus. “Más seguro no sé, me siento respaldado”. El fierrero nunca estuvo nominado, y siente que le faltó recibir ese apoyo por parte del público. “Si yo iba nominado, iba tranquilo, porque no le pisé la cabeza a nadie”. Además, Gus se mostró muy satisfecho por no haber recibido ningún voto en las últimas nominaciones.

A Silvina se le ocurrió una idea: Quiere que los cuatro finalistas duerman en la misma habitación durante la última semana de programa. De esta forma, los chicos repetirán la experiencia de la primera edición de Gran Hermano, cuando Tamara y Daniela se mudaron al cuarto en el que convivían Marcelo y Gastón. “Hagamos como los gitanos, pongamos todos los colchones en el piso y dormimos todos ahí”, propuso el Paisa cuando llegaba la noche, aunque después se rectificó: “Hagamos no, hagan”. Por lo visto, Javier tiene muy en cuenta que quizás no sea parte del grupo selecto de finalistas.