Poco falta para el final, y Roberto resultó elegido en la última nominación. “Me la tengo que bancar, es un juego. Hay que darle para adelante”, se repitió a sí mismo en el Confesionario, a la hora de explicarle al público por qué quiere quedarse. “Yo acá me moví como soy. Cuando tuve que hablar, hablé. Cuando me tuve que callar, me callé”, sintetizó el Negro. “Siempre me manejé con el corazón, y gracias a Dios me tomé bien esta nominación. Además, en la vida hay que saber ganar y perder. Siempre luché para lograr todo, contra viento y marea, y quiero seguir acá”, explicó al final.
El día domingo no fue fácil para Roberto. Si bien se había tomado con calma la nominación, con el correr de las horas, sintió el impacto. Tuvo varios roces con sus compañeros. La causa de sus problemas es, sin duda, saber que se puede quedar afuera de Gran Hermano justo en la mejor parte.