Silvina sigue manteniendo alto el clima festivo dentro de la Casa. Desde que volvió, no para de hacerle bromas a todos. Pero dedica especial atención a los chicos. Esta situación ya había puesto celosa a Ximena en su momento. Por la mañana, Silvi se acercó sigilosamente al baño armada con una jarra con agua. El blanco era Gustavo, pero el fierrero esquivó el ataque con gran habilidad y finalmente la víctima resultó ser el Paisa. Javier se mostró algo disgustado con lo sucedido. Quizás, no todos toleran las bromas de Silvina de la misma manera.
Luego de almorzar y encerrados en la habitación de los chicos, los participantes sintieron el efecto de la comida. La costumbre impuesta por Silvina, ya está prendiendo en sus compañeros. “¡En mi cama no!”, reclamo Gustavo reeditando una vieja pelea entre Carolina y Lucho. Por lo visto, en la Casa está surgiendo un nuevo método para pasar el tiempo. Silvina, Gustavo, Javier y Roberto parecen haber entrado en una rara y maloliente competencia. Según dicen, el Paisa lleva algunos metros de ventaja.
Con el correr de los días, Javier fue dejando ese perfil bajo que lo caracterizó al entrar en la Casa. De a poco se fue animando a decir lo que pensaba, y en una de esas confesiones lo hizo sentir muy mal a Roberto. Es que por la tarde del martes el hombre de campo lo cuestionó al maderero por decirle a los tres nominados de la semana anterior que quería que se quedaran. El Negro intentó explicarle que no le había dicho a todos lo mismo: él quería que se quedara Ximena, pero creía que iba a permanecer en el juego el Paisa. A pesar de las explicaciones, no se pusieron de acuerdo, y Roberto acusó el impacto de la desconfianza. Lloró y durmió durante varias horas, sin querer hablar con nadie.