Durante el baile del domingo a la noche, entonados por la música y el alcohol, Gastón y Eleonora tuvieron el acercamiento más íntimo desde que están en la Casa. Ella se dirigió a su cuarto para cambiarse y él aprovechó para instalarse en su cama. Entre carcajadas y susurros, él la tomó de atrás y comenzó a mimarla, le pidió un cigarrillo y le preguntó jocoso: “¿Vos pensás que no te voy a co…?”. “Obvio que no”, respondió ella. “¿Por qué, no querés?”, insistió él. “¿Vos pensás que me vas a co… acá?”, preguntó ella incrédula. Como respuesta, Gastón le levantó la remera y comenzó a recorrerla de la cintura para arriba, indagando especialmente debajo de su corpiño. Antes de volver con sus compañeros, se revolcaron un rato más, esta vez en el suelo, y Gastón aprovechó para desabrocharle el pantalón. A pesar del manoseo, la cosa no pasó a mayores.