Para cualquiera que tenga más de 20 años, el juego electrónico llamado Simon seguramente trae recuerdos de secuencias de luces y sonidos y horas de entretenimiento familiar. Justamente de eso trata la prueba semanal. Provistos de una consola parecida en diseño y escala a la de un videojuego, el desafío consiste en que para el viernes a la tarde sumen 400 puntos. Tendrá una única oportunidad cada participante de repetir las secuencias de luces y sonidos producidas por la consola. No obstante, Gran Hermano les permite entre todos un máximo de dos horas de práctica durante la semana. El grupo que apostó el 50 % del presupuesto, ya comenzó a practicar esta tarde.