La tarde no pintaba bien para los chicos. En el jardín, Marcelo, Santiago y Daniela trataban de pensar qué hacer para no aburrirse. Sugirieron una fiesta por la llegada del invierno y otras opciones más. Pero la solución llegó cuando despertaron a Mateo. El robot le preguntó a Santi si estaba aburrido, y cuando éste se lo confirmó, le dijo con humor: “Entonces, ¿por qué no te vas el sábado aunque la gente no te vote?”. Como siempre le pidió abrazos a la India repitiendo su ya célebre “Tamaaaara, Tamaaaaara”, con esa voz chillona que ya se convirtió en una marca registrada de Gran Hermano. Más tarde invitó a todos a jugar al bowling a lo largo del pasillo, con palos y bolas de goma. Como Gastón no quiso participar, lo desafió a un partido de truco de a dos. A esa altura los chicos ya se había olvidado del tedio.