Los participantes reciben todos los lunes el pedido, que varía de tamaño y calidad según el resultado de la prueba de la semana. Al haber superado las distintas actividades de kermesse, esta semana llegaron abundantes porciones de carne. “Qué loco que comamos todos lo mismo”, exclamó Marcelo mirando las hamburguesas. Los dardos apuntaron directamente a Fernando, que suele comer carne aunque el grupo deba vivir a pan y agua.