En el jardín, los chicos se quejaban de que no pasaba nada. Marcelo, Santiago y Daniela trataban de pensar qué se podía hacer para ponerle algo de acción a la tarde. Y la respuesta llegó por parte de un pajarito que, nadie sabe cómo, logró entrar a la Casa. Enterados de la novedad, los tres salieron corriendo detrás de él. Santiago se ocupó de Scott, que ya quería convertir a la nueva mascota en víctima, mientras Daniela gritaba y Marcelo salía en busca de la calandria. Tras varios intentos, Chelo logró atrapar al animalito con una toalla y, como si se tratara de una versión local de Liberen a Willy, lo llevó rápido hasta el jardín, donde le devolvió su tan ansiada libertad.