Detrás de los cristales oscuros que rodean la Casa , se extienden dos rieles sobre los que circulan varias cámaras móviles, que siguen a los participantes por las habitaciones de la Casa. Ese ámbito oscuro es también el lugar de trabajo de Cristian Musacchio, uno de los camarógrafos del programa, que nos cuenta cuál es su experiencia en Gran Hermano.
“Para mí esta es una experiencia muy rara. Es ver a través de un vidrio cómo pasa la vida de esta gente”, relata. “Lo más raro es estar en la oscuridad, en silencio, prácticamente solo. En otros ámbitos de la televisión, donde trabajás en un estudio, por ejemplo en una novela, tenés los cortes, podés descansar un poco. Acá no, porque estás con los chicos dentro de la Casa, andando, sin guión, eso es un poco más difícil”, evalúa.
Su experiencia en televisión no es corta, y no tarda en hablar de su larga historia detrás de las cámaras. “Trabajé 17 años en Canal 2, siempre en programas de noticias. Esto es algo nuevo para mí. Iba cámara en mano , en la calle, en las manifestaciones, en los cortes de ruta…”. Ingresar a Gran Hermano implicó un cambio en su forma de trabajar. “A mí me resultaba un poco complicado seguir las instrucciones de un director, porque yo siempre había trabajado solo. Pero tan difícil no es”, reconoce.
Ahora, al recordar su trabajo en la primera edición de Gran Hermano, aclara que en su trabajo también hubo algunos buenos momentos. “Siempre trabajé en el horario de la mañana, y me tocaba hacer siempre las imágenes del baño… Además, ellos no tenían un reloj como para medir sus tiempos, así que creían que eran las 12 del mediodía cuando en realidad eran las 3 de la tarde”.
Para esta segunda edición del programa, sus expectativas son bastante claras: “Los chicos ya conocen el juego, y yo creo que van a estar un poco más zarpados. Se van a abrir un poco más, porque van a querer ganar de entrada. Van a jugar más para la cámara, para el público y para la televisión”.