En busca de la próxima víctima

Se fue Silvina y con ella el quinto participante dejó la casa del Gran Hermano, de los cuales cuatro fueron mujeres. Ahora no quedan candidatos seguros al banquillo por lo que pueden haber muchas sorpresas en las siguientes nominaciones.

Con la salida de Silvina sólo quedan 13 participantes en el juego. Pero su expulsión no significó nada especial para el grupo, salvo para Pablo con quien vivió las alegrías y tristezas de una pareja con muchos cortocircuitos.

En cambio la indiferencia general marcó la despedida de la profesora de gimnasia, quien nunca tuvo la oportunidad de hacerse un lugar en el grueso de los chicos. La diferencia notable de personalidades hizo casi imposible un contacto más directo con sus compañeros.

Pero el panorama está más abierto que nunca ahora que no hay candidatos firmes ni víctimas fáciles a donde caer.

Marianela si bien todavía no recompuso sus relaciones al interior del hogar, cuenta con el aval de haberse salvado tras haber sido nominada dos veces.

Para los salvados el lunes pasado, Leandro y Juan el panorama es dispar. El chico de Loma Hermosa no tiene demasiada llegada con el grupo. Recibió más del 30% de los votos en una compulsa con tres nominados y puede volver a ser candidato.

Juan en cambio se ve que goza del aval del público, pero su rara jugada en la última jornada de nominaciones le valió al menos la desconfianza del resto, que interpretó un intento por ganarse el aprecio de la gente.

Esta semana será una prueba para Diego, para saber cómo viene su relación con el conjunto. A pesar que mantiene un buen feeling general, se sabe que en cualquier momento le pueden caer encima, según lo visto en conversaciones privadas entre los chicos.

Dos de los cerebros “maquiavélicos” de la casa, Jonathan y Agustín han pasado todas las nominaciones con suma tranquilidad. Prácticamente nadie los vota, pero siguen haciendo lobby para encontrar consenso a la hora de elegir el voto.

En tanto, una que cambió según hacia donde iba el viento fue Nadia. La chica se reposicionó en momentos claves y dejó en evidencia al grupo de Vanina y Marianela, a las que sentenció con resultados dispares.

Un caso extraño es el de Gabriel que ocupa un lugar solitario, sin aliados pero tampoco sin enemigos a la vista. A pesar de haber tenido algunas disputas en principio con Melisa, después con Damián y más recientemente con Mariela.

Pablo ahora quedó solo luego de la partida de Silvina, pero ha demostrado su capacidad de cambio al lograr romper con la indiferencia general ante su persona. A su manera, se integró y es parte importante de la casa.

Griselda atraviesa momentos de bajo perfil a pesar de su permanente necesidad de seducción que tiene la morocha.

La casa eleva su temperatura y las próximas nominaciones podrán generar enormes fisuras en el trato grupal.