El gran conspirador

Aunque siempre conserva su bajo perfil y evita estar en el centro de la escena, Jonathan es uno de los grandes jugadores dentro de la casa. De grupo en grupo, el pelilargo es el “cartero” de la casa, propagando noticias y especialmente intrigas.

Si por algo se caracteriza esta nueva versión de Gran Hermano es por la rapidez con que se asimilan los cambios y reagrupamientos al interior de la casa. Muchos de esos movimientos se deben a la excesiva cantidad de información y rumores que corren entre los participantes.

Y Jonathan es uno de los mejores desempeñando ese rol de usina de noticias. Continuamente se acerca y conversa con los distintos grupos formados en el programa escuchando intrigas pero principalmente generándolas.

Pero durante el fin de semana se excedió y estuvo a un paso de recibir una sanción de la “ley” cuando en charla secreta con Marianela y la ahora expulsada Vanina dijo: “Si nos ponemos de acuerdo entre todos.., digo entre comillas…”, corrigió al final Jonathan en una frase que estuvo al límite de ser considerada un complot.

“Los callados son los peores (decía respecto a Pablo) porque con la excusa de que son imparciales..” remataba el pelilargo para después apuntar contra dos líderes, Damián y Diego.
Más tarde agregaba: “No sólo ya no me banco que jueguen así sino que tampoco aguanto su personalidad”.

Sin embargo en presencia de aquellos que a los que dice no soportar, su comportamiento parece muy amigable, y en ningún momento manifiesta ese supuesto malestar.

Eso no es todo, el chico de Bernal todavía no votó a hombres en las nominaciones a pesar de su sabidas broncas hacia algunos de los líderes del sexo fuerte.

En las tres nominaciones votó a chicas, repartiendo sus puntos entre Mariela, Griselda, Silvina y la eliminada Melisa.

Pero todavía nadie se ha percatado abiertamente del modo de juego de Jonathan y solo recibió los votos de Silvina y de Leandro en la segunda nominación, mientras que en las otras quedó “invicto”.

El momento de una nominación exclusivamente masculina está cada vez más cerca. Pero Jonathan todavía mantiene su imagen lejos del centro de escenario y mientras persista en esa estrategia quizá le siga rindiendo frutos.