Diego se enfrenta con Mariana

Anoche, mientras se desarrollaba la gala de expulsión, Mariana abrió el juego y encaró a Diego. Le preguntó por qué dijo que ella es diferente a sus compañeros de la casa. El no se hizo cargo y no se jugó. Así se inició el primer round entre ellos.

EL ex presidiario se dio cuenta de que en la casa no les cayó bien a todos y estuvo más observador que de costumbre. Luego de intentar seducir a Lissa asumiendo el papel de “fanático” de ella, ahora recibe también los consejos de Pablo.
El ex de operación triunfo metió cizaña alentado por su rivalidad con Mariana. Le advirtió a Diego sobre el juego que tiene la actriz, de su manera de decir las cosas “en joda” y de su estilo poco frontal. También habló de “los soldaditos” que ella maneja en la casa refiriéndose a las chicas y a Carlos.

Hay que recordar que Pablo comenzó a manejarse falsamente con Mariana desde que se enteró que ella lo nominó. Desde ese momento el cantante la ve como un rival muy fuerte y por eso es que, más allá de que no le gustó nada el ingreso de Diego, decide aliarse con él para destruir a uno de los participantes más fuertes de la casa.

Mientras tanto Diego toma nota de todo lo que Pablo le dice y escucha atentamente los consejos de Lissa. En una de sus charlas la “rastagirl” le recomendó que se callara la boca. Le confió que ella juega tranquila, observando todo y le dijo “yo no soy soldado de nadie” refiriéndose al suceso con Mariana. Le comentó su disconformidad con las actitudes de Cinthia y dijo está todo bien con ella pero “cuando tenga que cortarle la cabeza lo voy a hacer”.

Pero el hecho que definió posiciones fue cuando anoche, sentados en el living, luego de ver que Diego ocupó el lugar que el Roña acostumbraba a tener cada noche de nominación ella se molestó. Se dio cuenta de la autoridad que despierta Diego y no le gusta nada, no pudo con su genio y “saltó”. En una conversación bastante ríspida que tuvieron ella lo apuró y le preguntó “¿por qué decís que soy diferente a los demás?” y él la esquivó derivando la conversación a lo que ella le dijo “no te animas”.

Otro participante que no se queda atrás y mantiene un juego “doble” es el “Roña” que se dedica a lograr enfrentamientos en la casa. Ya lo consiguió entre Pablo y Mariana, ahora va por Diego y “sobrepeso” como él la llama a la actriz del conflicto.

Así, la situación en la casa cambió bruscamente y quedaron bandos muy definidos. Por un lado Diego aliado con Pablo y Lissa. Por otro Mariana y Roña, a quienes no les gusta nada el nuevo integrante y están decididos a “jugar”, con estilos diferentes, para permanecer en un juego que hasta hoy creían tener controlado. Los demás participantes se mantienen al margen, expectantes de lo que puede suceder ahora y se ven como hipnotizados por el pelilargo.

Mariana se muestra desorientada porque no conoce a su rival y comenzó a mostrar signos de debilidad cuando dijo que estaba pensando en “pedir irse”. Ella se sentía muy segura de su juego por haber pasado las últimas nominaciones. Pero lo que no sabe es que siempre estuvo muy cerca de los expulsados, lo que la pone en un terreno muy inestable. La definición de territorios quizás no le convenga hacerla en éste momento, ya se verá qué sucede con esta lucha por el poder que ahora volvió palpitarse y que el público esperaba.