Natalia Quintiliano

Tal vez sorprenda que a los 23 años Natalia Quintiliano ya esté divorciada y tenga una hija. Pero nada es casual: el amor es muy importante en su vida, y cuando quedó embarazada de Sergio, decidió apostarlo todo a su pareja. Se casaron, tuvieron a Melina y se fueron a vivir a Morse, el pueblo de él. Sin embargo, 11 meses más tarde, las discusiones pudieron más que el amor y ella se volvió a Junín junto a su padres.

Sus medidas (85-65-90) seguramente la van a convertir en una de las chicas más preciadas de la Casa, y más aún sabiendo que a los 15 años salió elegida princesa de la Primavera. Su belleza le permitió trabajar de promotora en varias marcas locales y más tarde en Unifón, donde terminó haciendo trabajo administrativo.

Allí conoció a su segundo gran amor, Sergio. El era cliente de la empresa y de tanto ir a visitarla terminaron enamorándose. La relación duró dos años y desde hace siete meses Natalia está sola. De alguna manera, admite ella, le viene bien para volver a ocuparse de sus cosas, estar más con Melina y buscar su camino para salir adelante.

Fiel a su personalidad, entre los libros elige a las novelas románticas y entre las flores a las rosas. “Soy muy sincera, romántica y sensible”, confirma Natalia, pero tampoco le gusta que se aprovechen. “Tengo un carácter muy particular cuando me enojo”, advierte. Sus pretendientes se tendrán que cuidar.