Magaly Rodríguez / Biografía

Magaly Rodríguez tiene una razón bien concreta para ganar el premio de Gran Hermano: quiere poner un taller de día para chicos discapacitados. Es por eso a que con sus cortos 22 años decidió dejar por unos meses su Mar del Plata natal para internarse en el mundo de la TV que rodea al reality show más visto de la Argentina. Estudia Terapia ocupacional y desde el año 95 trabaja de promotora (sus medidas -85-62-92- son una ayuda), pero como ella dice, “los sueldos no dan para derrochar”. Es por eso que decidió entrar a la Casa e ir en busca de la recompensa mayor, lo que le daría un importante empujón a su proyecto.

No tiene novio y su familia está compuesta por su mamá, su papá y tres hermanas, dos de ellas gemelas. De su infancia no tiene el mejor recuerdo, ya que sus padres estuvieron durante los primeros años siempre ocupados por la enfermedad de otra hermana, quien más tarde falleció. Durante ese tiempo fue criada por unos tíos, a quienes ella llama sus “segundos papás”. “Esto me impidió poder aprovechar a mis padres al máximo, ya que por viajes y demás casi no nos veíamos”, recuerda con algo de tristeza Magaly.

Al igual que la mayoría de los participantes, se lleva muy bien con los deportes. Juega al hockey y es profesora de aerobics, lo que le demanda un entrenamiento diario para para mantenerse en forma y poder cumplir con su trabajo. Su tiempo libre lo reparte entre las artesanías y andar en moto, dos de las actividades que más disfruta hacer. Cuando le sobra un rato, también le dedica algunos momentos a tocar la guitarra.

Magaly se define como una persona bastante social, aunque también necesita de sus ratos de intimidad para estar sola y reflexionar sobre sus cosas. “Jamás tuve problemas de integración”, asegura con plena confianza en si misma. “Necesito que me escuchen, que me entiendan y que me respeten, y lo más importante: que sean sinceros conmigo”, confiesa imaginando a sus futuros compañeros.

Si bien trabaja de promotora, sus mayores esfuerzos están centrados en el estudio. Cursa para ser terapeuta ocupacional, “una carrera muy importante” para ella. Su objetivo de poner un taller de día para niños discapacitados está estrechamente ligado con su carrera y con lo que desea hacer en los próximos años. Sin embargo, esta no es la única motivación para entrar a la Casa: a Magaly también le encanta el mundo de la televisión y todo lo que la rodea. Los objetivos los tiene claros, ahora resta lo más difícil: entrar a la Casa e intentar llevarlo a cabo.