Seis hombres y seis mujeres vivirán el acontecimiento mediático más importante del año: pasarán ciento doce días en la casa de Gran Hermano sin contacto con el exterior. No se conocerán antes. No verán a nadie más que a ellos mismos. Pero el mundo los verá.
Treinta cámaras y setenta micrófonos los vigilarán las 24 horas del día. Cada palabra, movimiento y sentimiento estará a la vista de todos. Sus vidas estarán a disposición del público a través de la televisión e internet.
Una casa aislada del mundo. Sin acceso al teléfono, la televisión, la radio, los diarios ni las revistas. Tampoco habrá relojes.
Los habitantes de la casa vivirán sin grandes lujos. Las responsabilidades del hogar deberán ser compartidas. Cultivar la huerta, ordeñar la vaca, cocinar y limpiar serán un trabajo de equipo. Convivirán como una familia y todos tendrán el mismo espacio disponible.
Gran Hermano facilitará todo lo necesario para vivir pero no dará artículos de lujo. El dinero que Gran Hermano dará es $ 168 por semana. Por eso a la hora de comprar habrá que optar entre los artículos de primera necesidad y los que no lo son.
Cada quince días el público decidirá quién debe abandonar la casa. Quien sea finalista recibirá un premio en efectivo.
Esto es Gran Hermano. Animado y polémico. Más que un programa de televisión es una experiencia de vida, un retrato de la sociedad.